Cuenta con más de 100 años de historia y mantiene viva la llama del toreo en la capital vasca durante todo el año con actos de primer nivel
En estas fechas se debería estar celebrando la Semana Grande de Bilbao. Una Feria que cuenta con un gran peso en la temporada, por el tipo de toro que lidia y el nivel de entendimiento de la afición bilbaína. Un ciclo que preocupa a profesionales y aficionados por la deriva en afluencia que ha adquirido en los últimos años. Lo que no falta en Bilbao es una entidad que lleva 111 años fomentando la cultura taurina y homenajeando a un torero con una personalidad única: Club Cocherito de Bilbao.
El presidente de la entidad es Sabino Gutiérrez que atiende a Toreteate de forma muy amable. Cómo cualquier aficionado del Norte lamenta la situación que se vive en la plaza aunque comprende con lógica que este 2021 se encuentre cerrada: “Es una pena, las limitaciones de los aforos han condicionado todo. Era esperado por los datos que teníamos. En el País Vasco tampoco se han autorizado otros espectáculos de masas”.
Pese a las dificultades para la celebración de espectáculos el Club Cocherito de Bilbao ha sido fiel a su tradición de llenar de actividades el año de sus asociados: “Hemos hecho varios coloquios. Durante el confinamiento repusimos coloquios grabados de nuestro archivo en nuestro canal de Youtube, que tuvieron una gran aceptación. De forma presencial, con aforo reducido, hemos acogido un acto con Pablo Aguado y un homenaje a Joselito con Paco Aguado que presentó la reedición de su libro ‘El rey de los toreros’ (El Paseo, 2020).
Cástor Jaureguibeitia Ibarra, más conocido como Cocherito de Bilbao, fue un relevante torero vasco que tomó la alternativa en Madrid el 16 de septiembre de 1904 de manos de Antonio Fuentes y con Bombita y Machaquito como testigos. En sus años de plenitud, hacia 1910 nació un movimiento de aficionados que le seguían de plaza en plaza y reivindicaban su inclusión en los carteles de Bilbao, que a la postre fue la plaza en la que más alternó de su carrera. Se creó entonces el Club Cocherito de Bilbao: “Es un milagro que 111 años después siga viva esta entidad y con una masa social considerable. Efectivamente, surgió para alentar a ese gran torero de nuestra ciudad. El Club no ha perdido la esencia de rendir homenaje a su figura y, al mismo tiempo, ser un activo en la defensa de la fiesta. Cuando se cumplió el centenario del Club alcanzamos los 1.000 socios, en la actualidad somos más de 800. Es una responsabilidad mantener una programación atractiva, editar una revista interesante y luchar para que exista una reposición de las nuevas generaciones de socios”.
Los socios del Club Cocherito de Bilbao tienen peso específico en la sociedad bilbaína, del mismo modo que su opinión es escuchada por la Administración y por la empresa gestora de Vista Alegre a la hora de tomar cualquier decisión: “Con la Casa Chopera tenemos buena relación dentro de la independencia. Les trasladamos las cosas que no nos agradan y colaboramos en todo lo que podemos para mejorar la feria. La verdad es que tenemos buen trato, que es importante para todos”.
El toreo como sector comparte la preocupación por la salud de la plaza. El número de abonados descendió a los infiernos hace algunas temporadas. No hay un movimiento de jóvenes aficionados que vayan en masa a sus tendidos, como en otras plazas. Sin embargo, el presidente del Club, es más bien optimista: “Es como se quiera ver el vaso. Medio lleno o medio vacío… Ha habido épocas muy malas, con aquellos años en torno a la Transición, después hubo una época de esplendor y en los años posteriores todo ha estado condicionado por las crisis económicas. Está claro que hace falta una renovación de aficionados y trabajar con los que ya están para que no se vayan. De cualquier manera, nosotros desde el Club Cocherito siempre vamos a estar dispuestos a trabajar por la fiesta de los toros”.
Las actividades del Club no están restringidas a los socios, tradicionalmente durante la Semana Grande celebra cada día de feria un coloquio a medio día en el Hotel Carlton con los personajes más relevantes de la Aste Nagusia con un especial acento cultural. En la pasada Navidad demostraron, una vez más, su solidaridad aportando una cantidad al Banco de Alimentos de Bizkaia tras sortear entre sus socios dos capotes de brega, uno de Juan Leal y otro de Alejandro Marcos.
La plaza de toros de Vista Alegre fue sometida a una reforma ejecutada por el Ayuntamiento de Bilbao para su modernización durante el año 2019 y 2020. La mayoría de las secciones de hormigón se encontraban en un estado crítico tras más de cincuenta años de erosión provocada por el uso continuado, por lo tanto, todas ellas han sido o sustituidas y renovadas o reparadas, después se procedió a la impermeabilización del edificio y algunas mejoras estéticas del graderío y de zonas. La nueva ‘BIVA’ no ha podido estrenarse, aunque algunos aficionados como Sabino Gutiérrez han podido visitarla: “Hay una reforma de estructura que no se aprecia, se han puesto unas butacas más cómodas y se ha reformado la terraza del apartado que ha quedado fantástica. En 2020 íbamos a hacer una visita con el Club pero tuvo que ser suspendida por la llegada del Covid-19. Esperamos que, cuando la situación lo permita, se pueda reestrenar como merece”.
Es famoso el gran patrimonio de El Club Cocherito de Bilbao. Cuestionado por este asunto, Sabino Gutiérrez explica: “La verdad es que es una colección muy amplia y variada. Tenemos carteles de las corridas organizadas con el Club, también suele llamar mucho la atención un gran libro de firmas en el que está la rúbrica de Juan Belmonte y de muchísimos personajes relevantes de la historia de España y del toreo. Contamos con obras de arte, vestidos de torear, capotes de paseo y un importante fondo de libros que cada día crece más por la donación de aficionados que, cuando faltan, las dejan al Club porque sus hijos no tienen espacio para albergar sus colecciones”.
El Club Cocherito de Bilbao es una joya que mantiene viva la llama del toreo en Bilbao, sin entrar en polémicas políticas, con el único objetivo de defender la tauromaquia y de enriquecer la cultura taurina a través de sus conferencias, publicaciones y debates.