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De Justo y Marín, colosales en Santander

Ambos extremeños suman tres orejas a sus esportones dando una gran tarde de toros ante la brava aunque nada fácil corrida de Torrealta

Emilio de Justo viajó a Santander a la velocidad del rayo de Mont de Marsan dónde había estoqueado una corrida de Alcurrucén a las 11:00 de la mañana. No hizo mella en el torero extremeño el esfuerzo físico. Salió completamente entregado con el melocotón de Torrealta de acodada y seria expresión. Quitó por garbosas chicuelinas. Tuvo mucha humillación el toro, De Justo lo pudo en un inicio genuflexo para después someterlo con largura. El toro se entregó con profundidad antes de recibir una contundente estocada. Oreja.

Dos orejas cortó del quinto Emilio de Justo en una faena de gran tesón. Un toro encastado que no regaló nada pero que se entregó a la firmeza del extremeño. Antes de entrar en harina, De Justo se dirigió a Jaime Ostos para brindarle el toro. El maestro de Écija no le dejó pronunciar la dedicatoria al extremeño porque aprovechó para decirle cómo tenía que colocar la muleta. De Justo le ganó la acción en todo momento a un toro que tuvo vibración y recorrido. Hubo pasajes de mucho compromiso y de bonita estética. Se entregó con gran La rotunda estocada coronó la importante actuación. Dos orejas.

Muy inteligente estuvo Ginés Marín con el serio tercero. Un toro bravo que se movió con transmisión desde salida. A esa alegre embestida le aplicó el extremeño un saludo muy variado. La faena fue un prodigio de inteligencia y capacidad. Le funcionó la cabeza dándole distancia, perdiendo esos dos pasos entre muletazo y muletazo que le permitió andar con mucha facilidad. Aguantó cambios de ritmo, tarascadas cuando tocaba la muleta y algunas embestidas vencidas. Lo cuajó por los dos pitones. A veces, el toro perdió las manos pero se repuso con fiereza. Cuando la faena parecía haber perdido cierto eco, decidió rematar por bernadinas cambiando el pitón en el último momento. Los cuatro últimos muletazos fueron por dentro, hacia tablas, airoso. La estaca trasera tuvo un efecto fulminante y le fueron concedidas las dos orejas tras escuchar un aviso.

Ginés mandó a Rafael Viotti que paró con gran profesionalidad al sexto que se había emplazado con reservada expresión. Sus embestidas fueron todo oleadas. Trató de imponerse Marín doblándose con él pero el toro no respondió con entrega. A continuación, lo metió en el canasto con mucho mérito ordenando unas embestidas a trompicones. Meritoria faena en la que le ganó la partida al toro y lo estoqueó con media estocada en lo alto.

Finito de Córdoba abrevió con el feo y basto primero que se emplazó de salida. No lo quiso ni ver en la franela, atascándose después con los aceros. Escuchó una sonora bronca. Más dispuesto se mostró ante el cuarto, el más bonito de cara pero altote y sin cuello. La faena tuvo series con gusto, dentro de una faena de excesivo metraje y aislados carteles de toros. Le faltó emoción al ejemplar de Torrealta. Lo mató con eficacia, en la última arrancada se fue hacia el diestro de Córdoba con saña. Escuchó una división de opiniones al no haber conseguido borrar la impresión primera del público.

Reseña

Sábado 24 de julio. Plaza de toros de Santander. 6 Toros 6, de Torrealta, bien presentados y bravos en su conjunto para Finito de Córdoba, bronca y división de opiniones; Emilio de Justo, oreja y dos orejas y Ginés Marín, dos orejas tras aviso y oreja.

Incidencias: El tercer toro, de nombre «Bellotero» fue aplaudido en el arrastre. Morenito de Arles saludó en banderillas.

Puede consultar la galería del festejo pinchando aquí.

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