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Con una faena de las suyas, cortó Roca Rey dos orejas en la Plaza México

Joselito Adame sin dejarse ganar la pelea, se mostró obligado y también triunfó con el corte de una oreja

En una tarde nublada que parecía amenazar lluvia, pero que al final resultó apacible y agradable, se dio la tercera corrida de aniversario de la Plaza México, habiendo cumplido ya 75 años de existencia

Se lidió un encierro muy bien presentado de la ganadería de La Estancia, resultando de juego desigual, sobresaliendo el primero y el tercero, y habiendo pesado los muchos kilos que tenían, en el desempeño de algunos de los toros.

Había gran expectación por ver la reaparición del torero peruano Andrés Roca Rey, lo que motivó una buena entrada en los tendidos de aproximadamente 20,000 aficionados.

Y no decepcionó el torero grande del Perú. Vino a por todas y consiguió conquistar al público mexicano. A su primero, de nombre “Amanecer”, lo recibió con lances a pies junto con altísima lucidez, para luego quitar por chicuelinas y tafalleras de encanto. Inició la faena de muleta con estatuarios a pie juntillas en el tercio del ruedo. Después se dio a torear con soltura por el lado derecho a un toro con bravura y recorrido. Se cambió la muleta a la mano izquierda y toreó con tersura al natural con gran emoción en los tendidos. Se estaba desbordando en una faena de las suyas, con valor, exposición y mando. Volvió a tomar la muleta con la mano diestra y dibujó derechazos con temple y calidad, para zumbarse una arrucina así de valerosa y luego hacer un cambio por la espalda para llevar la pañosa a la mano izquierda y dibujar un remate de ensueño. Se perfiló a matar dejando un estoconazo y el público unánime pidió las dos orejas en premio a tan soberbia faena de valor y contundencia. El juez concedió los apéndices que merecía el torero.

Con su segundo se mostró discreto con el capote. Ya con la muleta inició toreando por alto a pies juntos lo que prologaba una faena importante. Sin embargo el toro embiste derrotando, sin ayudar a la faena esperada, por lo que Roca Rey se muestra empeñoso y una vez más en valiente, intentando instrumentar muletazos por ambos lados, estando firme y estoico como es su toreo. Pero las condiciones del astado no rinden para el triunfo del singular diestro y después de estocada y 3 descabellos escuchó los aplausos del respetable.

Joselito Adame se enfrentó al segundo de la tarde. Lanceó bien a la verónica y realizó un ajustado quite por caleserinas. El toro se  le arrancó de improviso cuando apenas se ubicaba en el centro del ruedo, y lo recibió con variedad de muletazos que resultaron con transmisión de ánimo a los tendidos. Se explayó con la mano derecha con pulcritud ante un toro que se entregaba con recorrido y calidad. Pero no fue lo mismo por el lado izquierdo, así que regresó la muleta a la mano derecha y se volvió a expresar con proyección en series de verticalidad y poderío. Para terminar la faena tiró el estoque a la arena y alternó los muletazos con ambas manos toreando al natural con elegancia a diestra y siniestra. Pinchó al toro hasta en tres ocasiones y escuchó un aviso pero también los aplausos del público.

Con el quinto del festejo, llamado “Coquetón”, se mostró variado con el capote. Ejecutó el segundo tercio con vistosidad  y reposo, dándole el tiempo necesario para recuperarse al toro de muchos kilos. Se sentó en el estribo para iniciar su faena de muleta dando muletazos con mando y espectacularidad para terminar la serie con las rodillas sobre la arena y rematando con gran valentía. Ya de pie, el toro evidenció debilidad y José le ayudó llevando la muleta a media altura para evitar la caída del burel. Y el toro así, no transmite. Por ello, el torero de Aguascalientes ofreció mando en su muleta y logró levantar la faena, jugándose la vida entre los pitones cuando el toro regateaba las embestidas. Concluyó el trasteo con manoletinas justas y emotivas y mató de una estocada entera para cortar una oreja.

Héctor Gutiérrez confirmó la alternativa. En el de la ceremonia se mostró con una larga de hinojos para luego lancear a la verónica con suavidad, y muy solvente quitó por saltilleras. Y el toro de la confirmación de su doctorado resultó noble y con él se pudo explayar con parsimonia en muletazos con temple y ritmo que embocaron en episodios artísticos. Llegó el momento en que le empezó a molestar el viento, pero él bien plantado y con recursos, lo atemperó toreando por manoletinas. Y luego toreó al natural con sabor, pero el toro ya se quedaba quieto y entonces, también asistiendo al recurso, toreó con emoción por bernardinas. Mató de 2 pinchazos y estocada caída para escuchar un aviso de la autoridad y los aplausos del público.

Con el que cerró plaza poco pudo hacer con el capote al derrotar el toro en cada embestida. Realizó un quite por chicuelinas con el compás abierto y rematando con una larga que fueron de buen gusto. Con la muleta inició con derechazos de rodillas en el centro del ruedo, para luego de pie, ligar series con armonía y mando por el lado derecho. Por la izquierda el toro no se prestaba, pero el torero se mostró valeroso y capaz, con recursos y oficio, y sobre todo una gran sensibilidad para recorrer el camino hacia el poderío del toreo. Terminó la faena con pases por alto junto a la barrera y manoletinas de buena factura. Con la espada se puso pesado hasta escuchar dos avisos.

Jose luis Ornelas Alanis

Imagen | Plaza México

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