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Castellón: la necesidad de vivir tardes así, de toreo y de triunfo

Por Andrés Verdeguer

Si la pandemia ha dejado algo bueno, que apunten en esa lista la nueva Feria de Sant Joan y Sant Pere de Castellón. Se probó hace un año con sus restricciones y aquí ha quedado un fin de semana de toros ya en plena normalidad. Las figuras por un lado y la leyenda de Miura por otro. Ojalá se afiance el invento, porque se antoja necesario.

El Juli, Manzanares, Roca Rey con toros de Daniel Ruiz. Dos tercios de aforo para un cartelazo así. Podía haber sido más, pero es que un sábado como éste -una tarde ideal hacía- hay ‘bou al carrer’ en 20 pueblos a 50 kilómetros a la redonda.

También una corrida más aparente no habría estado mal, la verdad. Pero visto el resultado final, el toreo y las embestidas que se han paladeado, la sensación es que esto era necesario vivirlo. Se ha visto a un Juli versátil y magistral, a un Roca Rey preclaro e infalible y a un José María Manzanares torear a cámara lenta unas embestidas de ensueño, las ofrecidas por ‘Lechón‘ (número 2, 504 kilos, de octubre de 2017) de Daniel Ruiz.

La necesidad de vivir tardes así, de toreo y de triunfo. Toro a toro lo hemos contado:

José María Manzanares recibió y ganó terreno a la verónica al segundo. ‘Lechón‘ llega a ralentizarse por el pitón derecho. Con ritmo ya de salida en la embestida. Una revolera marca de la casa remata el saludo. Dejó que desear el trapío del toro. De perfil se antoja un becerrote. Mambrú y Luis Blázquez saludan ovación tras banderillear. El Soro desde la meseta de toriles florea el cambio de tercio. La clase del toro permite soñar.

En la mano diestra de Manzanares estalló de nuevo la embestida suprema del pitón derecho. Planea, gira y coloca la cara, y a la vez empuja la muleta hasta el final. Y por si faltaba algo, la banda que arranca con el pasodoble La Concha Flamenca. Tiempo para cada tanda. Mucho reposo y torear sin toro. Muletazos de enorme profundidad y sabor. Los olés de principio a fin. Un espectáculo verle volcar la cara a ‘Lechón‘ al final del muletazo. Al natural también surgen tres cumbres. Pero en redondo el toreo se ha paladeado de una forma especial. Estocada y dos orejas para José Maria Manzanares. Gran ovación para ‘Lechón‘ de Daniel Ruiz, para quien algunos aficionados han pedido la vuelta al ruedo.

Sin ser nada del otro mundo, el quinto al menos trajo hechuras de torito. Muy suelto y distraído en los primeros tercios, lo mejor ahí fue el tercer par de Daniel Duarte, que se desmonteró. Más movilidad que querer tomar las telas de verdad, sobre todo por la mano diestra. Con empaque, José María Manzanares echó mano de oficio y una buena colocación para sujetar la embestida al ritmo que marca el toro. Por el izquierdo, más fijeza y humillación en un único intento. Otra gran estocada de efectos fulminantes. Una oreja para Manzanares y palmas al arrastre para el animal.

De fea hechura, sin cuello y manos largas, salió muy distraído el cuarto. Álvaro Montes, peón de confianza de El Juli, trató de bajarle las manos en la brega. Alguien debe confiar en el toro y su fondo. Y El Juli, a rebufo de la triunfal tarde, lo brindó al público. Fue a intentar hacer el esfuerzo. La primera serie ya salió cosida y el de pecho mirando al tendido. Los muletazos sobre la diestra, muy obligados. Hundida la mano. Hasta el muñecazo final es diferente, muy mandón, queriendo dejar el muletazo justo ahí, en la cadera, sin abrir el muletazo o desplazarlo más de la cuenta.

Al natural la altura es otra y El Juli se permite torear más sutil y con los vuelos. Es faena magistral de hacer al toro para al final torearlo a placer y provocar la locura en los tendidos. Muy vertical al natural, encajado de riñones, con tremenda suavidad y pulso. En redondo más entregado, más roto, también a cámara lenta. Y para cerrar la obra dos circulares en uno con un cambio de mano sideral y un natural tremendo. La plaza en pie. Estocada trasera casi entera que bastó y dos orejas para El Juli. Vaya tarde de toreo por todos los palos y embestidas buenas, porque este ‘Chiquillo‘ de Daniel Ruiz también ha roto con una clase tremenda cuando lo han obligado de verdad y por abajo.

El primero, de anovillada expresión -escurrido de atrás y cara muy lavada- respondió como atrancando a las verónicas templadas de El Juli en medio de un silencio de atención y respeto. Voluntad por humillar, a más tras el puyazo medido y el quite por chicuelinas rematado con una media muy toreada. Buena y templada brega de José Fernando Núñez. Resultó un espejismo. A peor en la muleta, le volvió a pesar embestir por abajo. Soltaba la cara y hasta una vez se mete por dentro. El Juli, ya más en corto, probó el pitón izquierdo y el estilo resultó peor. Toro muy plano en sus virtudes y defectos. A la que han aflorado un par de protestas, El Juli se ha ido a por la espada. No había que rascar. Pinchazo sin soltar, pinchazo hondo en buen sitio y dos descabellos.

Inapelable Roca Rey, sin fisuras, con una autoridad tremenda. Estaba muy en el aire el toro, otra vez muy escasito de presencia. Sin definirse. Traía peor estilo, más a media altura. Pero embistiendo con pujanza. No parecía el toro más apropiado para hacerle quite lucido, pero en los medios le sopla uno de tafalleras y gaoneras con gran firmeza.

La faena de muleta empezó con todas las dudas, pero a base de no quitarle la muleta de la cara Roca Rey lo afianzó, hasta consiguió hacerlo embestir con profundidad y en ocasiones hasta le sacó la muleta por debajo de la pala del pitón. Mucha atención en el público para seguir la faena. Un tranco más por el izquierdo. Roca Rey se atornilló, ligó el de pecho sin enmienda y otro natural más y estalló aquello. Metido dentro del toro, otra serie de naturales la remató con dos circulares por la espalda y sobre la diestra armó el taco ya entre los pitones. Abrumadora seguridad, una faena solventada sobre la marcha, pero sin fisuras. Con tremenda autoridad y una mente despejadísima. Estocada y dos orejas.

Roca Rey empezó con doblones, necesarios para fijar a este ‘Sevillano‘, sexto, con tendencia a distraerse en los primeros tercios. Necesitó de toques fuertes para provocar la embestida bruta y desclasada, que redujo el peruano de un arrimón y un manojo de luquecinas en un palmo de terreno. Media estocada y aviso. Silencio.

RESEÑA
hierro daniel ruiz
Plaza de toros Castellón España. Segunda de la Feria de San Juan. Dos tercios de entrada. Toros de Daniel Ruiz, de escasa presencia, algunos anovillados, pero con buen fondo de casta y nobleza. La clase del segundo, la raza del tercero y el gran fondo del cuarto han destacado.
El Juli, (de azul cielo y oro), silencio y dos orejas.
José María Manzanares, (de azul marino y oro), dos orejas y oreja.
Roca Rey, (de blanco y oro), dos orejas y silencio tras aviso.
Incidencias: En banderillas, se desmontaron Mambrú y Luis Blázquez, en el segundo. En el quinto, hizo lo propio Daniel Duarte. Y Antonio Chacón, en el sexto.
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