El sevillano corta la única oreja de la tarde debido al mal uso de la espada de la terna en una entretenida novillada en la fase clasificatoria del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid
El Ayuntamiento de Valdetorres del Jarama construyó su plaza en lo hondo de un hoyo pensando en resguardar del vendaval a los toreros. El arquitecto conocería la agradable brisa constante del lugar o a través del túnel del tiempo visualizó el nudo en el estómago de Borja Collado, Álvaro Seseña y Álvaro Burdiel durante el ventoso domingo 27 de junio. Sea como fuere, un gran acierto hundir la plaza aprovechando las irregularidad geográfica del pueblo, tan conocido en la comarca por sus encierros.
En su segunda novillada con picadores, volvió a ser protagonista Álvaro Burdiel. Cuajó una faena con gusto y variedad ante el primero de su lote. Un novillo de Fernando Guzmán que siempre esperaba montado y distraído pero que después la tomaba con cierto temple. Ya con el capote lo quiso ahormar rodilla en tierra, ganando terreno y rematando con una soberbia media verónica. El sevillano le encontró la medida, tirando de la embestida despacio, acompañando y vistiendo los muletazos. Además de ceñidos pases de pecho, hubo trincherazos, un farol, un remate con la rodilla genuflexa… buscó en todo momento la variedad aprovechando la nobleza del santacoloma. Al natural hubo exposición y muletazos reposados. Más arrebatado sobre la derecha. Buen final por ayudados. La espada se llevó el triunfo. Vuelta al ruedo tras aviso.
El de El Retamar que cerró su turno fue un novillo fuerte, cuajado, de bonita expresión pero excesivo volumen. Mostró buen aire en el capote de Burdiel. Sin embargo, el paso por el caballo le sentó fatal. Empezó a escatimar en la trayectoria de sus embestidas. Destacó en banderillas César del Puerto, que saludó una ovación. El novillo se quedó muy aplomado, sin una continuidad en sus embestidas pero terminó rompiendo en noble aunque sin transmisión. Álvaro Burdiel firmó muletazos muy asentado, guiando en redondo las embestidas con los vuelos. La contundente estocada -algo trasera- desembocó en una oreja que premió su actuación en conjunto.
Borja Collado vio como le devolvía el primer novillo de la tarde tras partirse un pitón en el peto desde la cepa. Al sobrero de Fernando Guzmán lo fue afianzando en su capote dándole mucho sitio. Saludó tras parear el subalterno valenciano Pepe Arévalo. Brindó a su médica y su fisio, que han tenido que tratarle en estos últimos días por una lesión de brazo. El novillo tuvo temple natural, Collado fue poco a poco cogiéndole el aire en una larga faena. El novillo, que había mostrado cierta debilidad, terminó embistiendo son ritmo. Collado firmó las mejores tandas ya al final. Con la espada no lo vio claro y decidió descabellar tras dos pinchazos, lo cual no sentó bien al público. Ovación tras aviso.
El valenciano cuajó a placer al cuarto, de El Retamar, otro novillo de gran peso y cuajo que tuvo buena condición. Comenzó la faena -que brindó al público- completamente relajado, de rodillas, en redondo. Muy parsimonioso en todo momento. Basó la faena en la mano derecha por dónde el novillo desarrolló su profundidad. Collado demostró su buen trazo con la mano izquierda, toreándolo con elegancia y pausa. Remató la faena con su versión más desmayada antes de unas despaciosas manoletinas. La faena era merecedora de dos orejas pero la espada le jugó una mala pasada. Vuelta al ruedo.
A Álvaro Seseña no se le pudo reprochar nada en cuanto a su actitud. Recibió al segundo de la tarde -de Fernando Guzmán- a porta gayola y después continuó por largas cambiadas en el tercio. El novillo desarrolló mucho, gazapón y sin humillar. Seseña hizo un esfuerzo, sin volver la cara en ningún momento. Le llegaron a pedir la oreja pero finalmente el balance artístico quedó en palmas. Ante el quinto, el único colorado del festejo, lo recibió por tijerillas para después echarse el capote a la espalda. El quite, pese a su exposición, no logró el lucimiento buscado: toreó por derechazos y naturales cogiendo el capote por la esclavina. Después comprendió con inteligencia el buen fondo del novillo de El Retamar al que le faltó un punto de transmisión. Seseña, que había comenzado de rodillas, dejó tandas con ligazón antes de buscar la cercanía. Ya en los terrenos del novillo, impresionó por su estoicismo.
Domingo, 27 de junio de 2021. Plaza de toros de Valdetorres del Jarama (Madrid). 6 Novillos 6, de Fernando de Guzmán Guzmán, destacó el 3º, y El Retamar, el mejor de la tarde fue el 5º para Borja Collado, ovación tras aviso y vuelta al ruedo; Álvaro Seseña, silencio tras leve petición y ovación, y Álvaro Burdiel, vuelta al ruedo tras aviso y oreja.
Incidencias: Quinta novillada clasificatoria del Circuito de la Comunidad de Madrid