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Borja Jiménez: ‘Estoy en el momento necesario para ir a Madrid’

Torero de dinastía (su hermano también es matador de toros), pupilo del maestro Espartaco y uno de los novilleros más prometedores de hace algunos años, a Borja Jiménez, le ha tocado lidiar con la falta de oportunidades tras tomar la alternativa. A pesar de ello, no pierde la esperanza y se prepara a conciencia en el campo y toreando de salón para que el día que llegue esa oportunidad, no se le escape. Ya sabe lo que es triunfar, pues abrió la Puerta del Príncipe en Sevilla en el año 2014, pero quiere dar un golpe sobre la mesa y afianzarse como otra alternativa en ese plantel de toreros jóvenes que poco a poco empiezan a entrar en los carteles. Abandona su concentración para atendernos un rato y contarnos cómo se encuentra y qué espera del año 2023, con la mirada puesta en Madrid

PREGUNTA: Borja, en 2022, pudimos verte en Sevilla. Lamentablemente, solo fue un toro y, además, no permitió casi ningún lucimiento. Aun así, los aficionados concordaron que se había visto una evolución en su concepto de torear, ¿cree que es así? ¿qué cree que ha cambiado en su concepto estos años?

RESPUESTA: Sí, creo no, estoy seguro de que sí. En la época de novillero fue todo más rápido y tenía en la cabeza solo triunfar, es decir, llegar a una plaza y cortar las orejas como fuera, atendía más al triunfo que quizás a expresar el concepto que yo tenía en ese momento, el que veía necesario para triunfar. Una vez que tomé la alternativa y después llegar el parón, me hizo pensar e intenté cambiar y buscar lo que llevo dentro, intentar sacar todos los sentimientos que quería tener frente a la cara del toro. En este proceso, ha tenido mucho que ver el campo, ya que, gracias a los ganaderos, me han permitido gracias al entrenamiento y el toreo en el campo, sacar ese nuevo concepto o concepto mejorado que interiormente sentía y que lo estoy sacando ahora.

P: ¿Qué queda del torero que abrió la Puerta del Príncipe allá por 2014? ¿Qué ha cambiado con el parón?

R: Lo que queda es la ambición, creo que siempre he tenido mucha ambición por el triunfo, por intentar llegar a un sitio bueno en el toreo, a pesar de la situación… Queda ilusión, ganas y ambición.

Lo que ha cambiado es la manera de sentir delante de los animales. El tiempo te hace madurar, con el parón hay dos opciones: o te aburres o intentas recapacitar el por qué se está en esa situación y cómo salir y volver a estar en las ferias. Todos los inviernos me he preparado a conciencia, como si fuera a hacer una temporada larga, y eso me ha servido para ganar mucho en técnica y poder estar más a gusto en la cara de los animales.

P: Después de Sevilla, le ha tocado lidiar con el toro del vacío. Desgraciadamente, es una situación que viven muchos compañeros y algo que critican duramente los aficionados, cada feria que sale anunciada, tiene carteles casi idénticos, dejando fuera a toreros que aún tienen mucho que decir, ¿qué cree que falla en el sistema actual para que toreros jóvenes y con proyección se queden sin contratos tras tomar la alternativa?

R: Al final los empresarios lo que buscan es rentabilidad y por eso tiran de las figuras, que son los que llevan gente a la plaza, pero para que exista un cambio generacional, los toreros jóvenes tienen que torear con ellos para darse a conocer y que la gente te vea. Cada vez más, esta situación está cambiando y salen muchos toreros jóvenes que seguramente en el futuro sean los que lleven gente. De aquí a pocos años, seremos los que ocupemos los sitios de las figuras.

No es fácil, ni para los empresarios ni para los toreros, pero cuando llega el momento, se apuesta por ello y a cada torero le llega su tiempo y el público empieza a hablar de él.

P: ¿Qué hace un torero en este tiempo que pasa en el “banquillo”? ¿Cómo se sobrelleva la situación? ¿Pasa por la cabeza el dejarlo?

R: Sí, obviamente se piensa, con lo que más hay que lidiar en el parón es con la mente. Yo creo que el parón siempre llega por algo; si me ha llegado a mí, sería porque no estaba o suficientemente preparado, maduro… o algo pasaba ahí. Igual que ahora los aficionados vuelven a hablar de mí y quieren verme, que me lo transmiten, y es porque algo ha cambiado dentro de mí y en mi concepto.

No es fácil llevar todo ese tiempo sin torear, entrenando y entrenando y que no me pongan… Al final los años van pasando y piensas que no va a llegar nunca. Pero bueno, a mí, personalmente, me ha servido para crecer como torero. A partir de ahora, van a ver a un Borja Jiménez diferente.

P: ¿Qué aporta el campo a Borja Jiménez?

R: El campo te aporta lo que tú te quieras entregar con él. Torear un toro en el campo no es fácil, porque entregarte allí sin público y que te pegue una voltereta… Cuesta hacer un esfuerzo delante de los toros, pero en mi caso, pasar la raya del esfuerzo es lo que me ha servido a mí para evolucionar.

Cuando estás parado sin torear en la plaza, torear en el campo te puede alimentar como torero, pero yo tengo una frase que uso mucho, que digo siempre que torear en el campo y entrenar es como ir a un restaurante leer la carta y no comer, al final lo que te llena es torear en la plaza, pero bueno, el campo ayuda mucho.

‘Torear en el campo y entrenar es como ir a un restaurante leer la carta y no comer, al final lo que te llena es torear en la plaza, pero bueno, el campo ayuda mucho

P: Muchos de estos toreros que han pasado largos años toreando poco, cuando han tenido una oportunidad, la han aprovechado y viven una segunda etapa en su profesión, ¿cree que merece una oportunidad a la altura? ¿Dónde le gustaría que fuera?

R: A casi todos los toreros les ha pasado, pero sirve esta situación para coger más poso, madurez y preparación, que es cuando se sorprende al público. En el momento que das un cambio como matador de toros, es cuando llamas la atención, empiezas a entrar en las ferias y ya es difícil que se escape. No voy a ser ni el primero ni el último que pase por aquí, es algo que siempre ha pasado en la historia del toreo.

La oportunidad… Obviamente, Sevilla es mi plaza, es donde me siento identificado como torero, pero estoy en el momento necesario para ir a Madrid. Fui de novillero, pero de matador no he confirmado todavía. Es el momento, a Madrid hay que ir muy preparado y muy mentalizado e interiormente, siento que tengo que ir ya.

P: ¿Llegará la confirmación de alternativa este año?

R: Si Dios quiere, ojalá. Este año es el momento de dar el paso de confirmar y que, a raíz de ahí, empecemos a entrar en las ferias.

P: ¿Qué puede aportar un torero como Borja Jiménez al escalafón actual? ¿Se ve recuperando este año el sitio que los aficionados creemos que merece?

R: De momento, la frescura de un nombre nuevo, un nombre recuperado de su época de novillero. Como han estado varios años sin verme, sería una novedad; como torero, prefiero que sea el público y los profesionales los que lo digan.

Sí, es el momento en el que me encuentro más preparado y mentalizado y, en mi cabeza, está eso, entrar en los circuitos de las ferias y competir con los toreros que hay. Después sale el toro y tendrá un día más suerte o menos, pero si uno está mentalizado y siendo mi meta entrar en las ferias… Ahí quiero estar.

P: Una de sus virtudes es el toreo de capa que, en los últimos años y gracias a distintos toreros, parece que está retomando la importancia de antaño, ¿cuáles son las claves para ejecutar bien esta suerte? ¿cree que el público lo premia como se merece?

R: Sí, es de las suertes más bonitas. Ver torear bien con el capote es de las cosas más bonitas que hay, porque tiene algo distinto. Lo primero que hay que hacer es entregarte a tu capacidad y propia mente, porque los toros de salida son muy inciertos. Otra cosa es torear mucho de salón, es verdad que últimamente en el campo estoy cuajando muchos animales con el capote y es una suerte que el público al final la valora mucho.

P: Hay dos nombres que, indudablemente, siempre estarán ligados a usted: el primero, el del maestro Espartaco y, el segundo, el de tu hermano Javier, ¿qué le han aportado? ¿Qué destacaría de ellos?

R: El maestro Espartaco me ha aportado muchísimo, ya que hablo casi todos los días con él por teléfono y nos vemos mucho, especialmente la confianza en mí mismo de que puedo llegar a conseguirlo. Me transmite la tranquilidad necesaria para que pueda llegar a donde quiero; en los momentos difíciles y de duda, tener a una persona como el maestro Espartaco tirando de ti y animándote, es algo que valoro muchísimo.

Mi hermano es el que me ha hecho evolucionar, y, especialmente en estos años de parón, si no me he aburrido ha sido en gran parte por los apretones de mi hermano para que siga adelante. Él tiene mucha culpa de que yo siga luchando por mi sueño, porque en los momentos de flaqueza no es fácil tirar solo del carro, pero como entrenamos mucho juntos, nos corregimos en los tentaderos, hablamos de toros todos los días… Me ha ayudado a  seguir y evolucionar.

P: Por último, un deseo para el próximo año que ya está a la vuelta de la esquina.

R: Mi deseo es entrar en las ferias. Realmente ese es mi deseo, coger el sitio que yo tengo en la cabeza que quiero coger, volver a las ferias como hice en mi época de novillero.

Gracias.

 

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