‘Barata’ Puerta Grande de Diego García en Madrid

El novillero de San Sebastián de los Reyes, muy entregado, logra un polémico triunfo tras cortar dos orejas a un novillo de Casa de los Toreros.

Diego García logró cortar dos orejas al novillo de Casa de los Toreros que salió en sexto lugar como sobrero. Lo saludó de rodillas en el tercio para ganarle después terreno a la verónica. Muy metido, muy entregado en todo momento. El novillero de San Sebastián de los Reyes le brindó la faena a su madre que presenciaba la tarde desde una barrera. Qué mérito tienen todas ellas. Se fue a los medios desde donde citó al novillo, una arrancada preciosa que sólo duró un muletazo porque en los sucesivos se frenó al no encontrar la clave del temple García en esa tanda. Pero de forma habilidosa, consiguió cogerle el son al buen ritmo del novillo al que le faltaba humillación. Una faena medida con dos tantas sobre la mano izquierda y varios remates de gusto. Se fue a por la espada. La lectura de la afición fue la de pensar que acortaba la faena para asegurar la concesión de la oreja. La estocada, muy contundente, quedó en todo lo alto. La pañolada aguantó tras la concesión de la primera oreja. El presidente, a las puertas de la jubilación, tuvo el detalle de regalarle la Puerta Grande. Diego García no tuvo ninguna culpa, pues entregó lo que tuvo, pero el premio resultó excesivo.

Con el tercero, de la ganadería titular, estuvo francamente bien. Inválido en los primeros tercios, lo mantuvieron a la fuerza en el ruedo. Muy dispuesto con un manso encastado que recorrió todo el anillo barbeando las tablas desde su salida hasta que dobló. García se preocupó de apostar, de mostrar firmeza, de torear aplomado pese a los derrotes a destiempo del novillo. El astifino manso no entregó la cuchara, en una huida constante. García no se amilanó en ningún momento, derrochando ganas. La vuelta al ruedo premió su gran actitud.

Tanto Mario Campillo con el capote, como El Ruso con las banderillas estuvieron muy bien ante el sexto. Capítulo a destacar de la tarde.

El otro momento de interés de la tarde fue el del primero, un sobrero de El Parralejo muy fino que embistió con buena intención. David Garzón lo toreó bien con el capote, especialmente en dos medias magníficas. Un novillo falto de poder, con temple, al que el ecuatoriano toreó con buena compostura, dejando preciosos destellos. Las tandas resultaron cortas, quizá por esa condición del novillo.

No pudo desarrollar lo apuntado en su primer novillo ante el cuarto, de María Cascón que fue tan irregular como desagradecido al buen trato del torero ecuatoriano. Cuando no se venía por dentro, se frenaba y le miraba al pecho. Amagaba, se quedaba corto.

Miguel Senent ‘Miguelito’ también se presentó en Madrid. Se encontró la suerte absolutamente de espaldas. Sin opciones absolutamente. La novillada en su conjunto no dio ninguna posibilidad de triunfo. Los sobreros salvaron los trastos. El novillero valenciano quiso sin poder ante ese flojo tercero. En el quinto, brindó al público dejando la montera sobre una cruz que dibujó con su zapatilla en la arena. Curioso detalle. Se fue prácticamente inédito también en este novillo al pararse por completo.

La novillada de María Cascón fue una absoluta decepción: mal presentada, cornalona, sin remate, desigual. El juego fue a la par de las hechuras. Menos mal que El Parralejo y, en especial, Casa de los Toreros salvaron la tarde. La Puerta Grande resultó barata, sin sentido para esta plaza, por lo que Diego García deberá volver a Madrid a refrendar su polémico triunfo.