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Antonio Grande: ‘Me llevo fijando en el maestro Julio Robles desde que era un niño… Es el toreo que he buscado siempre’

Antonio Grande causó impacto desde sus primeros compromisos con los del castoreño allá por 2017. En el primero mismo, conquistó La Glorieta. Tres orejas y triunfador de la Virgen de la Vega. El toreo puro, clásico, castellano del salmantino atrajo miradas, bastantes, y despertó interés entre los aficionados charros. Sus ‘arroblesadas‘ maneras y la búsqueda incesante de esa figura del toreo de la que Salamanca anda huérfana desde hace años propiciaron que su ambiente se incrementara. ‘Si no me viera capaz de ser el torero que espera Salamanca, no perdería el tiempo con tanto sacrificio y esfuerzo’, se postula. Tras la pandemia y un tramo reciente en el que reconoce que atravesó un pequeño bache, este domingo, llegará la ansiada alternativa. Será en Alba de Tormes, con todas las miradas del campo charro puestas en él y un ‘cartelazo’ donde Morante de la Puebla y Daniel Luque, dos colosos, serán sus padrinos. Los toros de Paco Galache y El Pilar, al alimón.

‘La gente en Salamanca quiere ver un matador de toros de la tierra con el que ilusionarse, hasta ahora a mí me han visto como novillero y ya me llevan viendo tiempo ahí, saben lo que hago con el utrero, por ello, al verte ahí más tiempo, al final, le dan menos importancia, pero ahora ven que es la alternativa, que pasas al escalafón superior, y se vuelcan, el cartel ha tenido una buena acogida, van a estar pendientes, porque quieren ver si tienes esas cualidades también delante del toro y entre la elite, me siento listo y trabajo a diario para ser ese torero que esperan en una tierra de toros como es Salamanca‘, comenta Grande deseando encarar este nuevo reto.

El domingo se sumará así a un elenco de jóvenes y emergentes matadores de toros salmantinos como Alejandro Marcos o el ahora convaleciente Manuel Diosleguarde: ‘Ojalá se recupere lo antes posible y podamos compartir con ellos muchas tardes, Salamanca vive una época de bonanza, hay un tirón de afición y están saliendo toreros con cualidades, que ilusionan, eso es bueno para la Tauromaquia, yo quiero aportar mi granito’.

En este sentido, el salmantino incide en ‘la importancia de llegar preparado’. ‘Es evidente que el cambio a partir de ahora es grande, porque te vas a meter a pelear de igual a igual con todas las figuras del escalafón y con toreros que tienen el mismo hambre que tú por triunfar y por ser toreros, por vivir en toreros’, se autoadvierte con la lección bien aprendida.

Pero, ¿y cuál es el principal cambio para el torero cuando pasa del utrero al cuatreño o el cinqueño? ‘Sobre todo, la seriedad de los animales, pienso que el trapío es donde realmente más se nota, desde mi joven experiencia, considero que no cambia demasiado la forma de embestir del novillo al toro, quizás algunas reacciones, puede que sí, pero no a la hora de tener más o menos clase’, analiza.

Sobre el gran día, Antonio Grande califica, aunque pueda sonar a tópico de ‘alternativa soñada’ su gran cita de este domingo. ‘Es un cartel de lujo, muy bonito, con dos grandes maestros como Morante de la Puebla y Daniel Luque, que han echado además una temporada tan buena este año, en mi tierra, delante de mi gente y, sobre todo, delante de todos los taurinos, profesionales y ganaderos de la zona de Salamanca, es decir, que va a tener repercusión seguro lo que suceda’, pondera responsabilizado sobre la cita de Alba de Tormes, un escenario donde ya sabe lo que es triunfar, pues cortó tres orejas en 2018, en estas mismas fechas de final de temporada a una novillada de Garcigrande.

‘Creo que es un cartel con muchos atractivos, la alternativa de un nuevo torero charro, con dos figuras de ese calibre, en una plaza bonita y cómoda, cubierta, las ganaderías también escogidas con mimo… Una, tan contrastada en la primera línea como El Pilar y otra, con ese interés recuperado y esa personalidad única como es la de Galache‘, enumera el novillero castellano.

  1. En este segundo hierro, se detiene Grande. ‘Es un toro especial, diferente, que genera interés cuando está en el ruedo y que permite el toreo clásico, porque el bueno tiene esa embestida suave, ideal para hacer el toreo despacio’, valora sobre una ganadería con la que tan sólo tiene un antecedente. Fue ‘una novillada sin caballos, en Villavieja de Yeltes -municipio donde precisamente pastan los ‘vegavillares‘ de Galache-, hace un montón de años’.

‘Si no me viera capaz de ser el torero que espera Salamanca, no perdería el tiempo con tanto sacrificio y esfuerzo’

Toreo clásico. Dos palabras que se repiten constantemente en la charla con Antonio Grande. Una idea buscada una y otra vez. Como un objetivo grabado a fuego. Compulsivamente. Y, en este punto de la conversación, otras dos palabras, nombre y apellido, aparecen sin buscarlo. Irremediablemente unidas, ligadas, con la misma naturalidad de ese toreo clásico: Julio Robles. ‘Me llevo fijando en él, en su toreo, desde que era un niño’, reconoce.

UN GUIÑO A ROBLES EN EL TRAJE DE LUCES QUE ESTRENARÁ EN LA ALTERNATIVA

‘Me he interesado siempre por los toreros clásicos con mucha intención… Es el toreo que he buscado, porque me ha gustado desde fuera y lo concibo de esta manera, de todos ellos, el maestro Julio Robles ha sido mi gran referente, su pureza, su personalidad en la plaza de toros, que haya gente que vea en mí, pinceladas, cierta semejanza con su concepto, para mí, es un orgullo’, valora, confesando que ‘el traje de luces de estreno el domingo en la alternativa llevará un guiño al maestro Robles‘, sin desvelar la tonalidad ni el bordado.

Hijo del picador Antonio Hernández, varias temporadas a las órdenes de Juan del Álamo, Grande, que a los 10 años ya estaba en la Escuela Taurina de Salamanca, es sabedor de la importancia de beber de distintas fuentes.

‘Hay que llegar al aficionado por distintos registros, por ejemplo, yo he pasado una temporada, meses atrás, en la que toreaba más rígido, me costaba más soltarme, pero creo que he encontrado de nuevo la línea que busco y estoy en un momento bueno, toreando más natural, más profundo, en el momento ideal para la alternativa‘, justifica.

‘Llego ilusionado, preparado física y mentalmente, ambas son igual de trascendentes para el toreo en días de tanta responsabilidad, me encuentro convencido de lo que hago y sereno para resolver en la cara del toro, llevo un número alto de novilladas toreadas, estas semanas he podido hacer campo y he entrenado mucho, muchísimo de salón’, explica seguro de sí mismo, antes de concluir que espera ‘disfutar y que disfruten, pero, sobre todo, llegar a la habitación del hotel con la sensación de que la entrega y la sinceridad con uno mismo ha sido máxima’.

 

 

 

 

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