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Álvaro Núñez: ‘He sido hijo de ganadero muchos años, ahora veo lo duro que es criar toros, pero también es más bonito el triunfo’

Entre relinchos de su caballo, montado, mientras repasa los machos por los cercados, Álvaro Núñez atiende la llamada de Toreteate en Portugal. Está feliz. No es para menos. Su debut en Málaga, Picassiana mediante, fue notable. Tres toros importantes, cada uno con sus matices, pusieron a todos de acuerdo y posibilitaron el triunfo de los toreros. Para el recuerdo, ‘Lanudo‘, un precioso melocotón que humilló como si le fuera la vida en ello para que Juan Ortega ralentizara el tiempo en una faenamágica‘, como el propio ganadero describe. ‘En realidad, yo no he sido más que hijo de ganadero durante muchos años, ahora veo lo duro que es criar toros, pero, eso sí, también es mucho más bonito el triunfo, qué bien sienta una faena como la del sábado’, reflexiona con humildad en voz alta.

‘Cuando estaba en Núñez del Cuvillo, al final no dejaba de ser la ganadería de mi padre, no ponía el dinero, no tenía que comprar los piensos, dar de comer a los animales, mantenerlos, vender las corridas a las empresas… Todo eso ha cambiado desde hace cinco años, me tuve que comprar la finca fuera de España, prepararla, traer las reses, empezar a formar la ganadería… He perdido dinero en todo el proceso, pero lo hablaba al acabar la corrida el sábado con mi mujer, qué orgulloso estoy de tantos sacrificios, merece la pena por vivir un momento tan mágico, se disfruta mucho más algo así’, añade emocionado.

Ese ‘algo así’ fue una sinfonía de toreo de Juan Ortega. ‘Una faena inolvidable, de esas que recuerdas para siempre cuando pasan los años’, califica el ganadero antes de describirla: ‘Tuvo mucho compás, la exquisitez y la belleza con la que toreó Juan, lo reunido y lo profundo que quedó todo, la calidad de cada serie por ese embroque tan bueno que tiene su toreo, el final fue una maravilla… El toreo bueno’, resume contundente.

‘Cuando uno, además de ganadero, tiene afición y torea… y torea mal, sabe lo difícil que es una faena como la de Juan Ortega a un toro con ese compás y profundidad, me emocioné de verdad, porque, antes que ganadero, soy aficionado y me he declarado siempre un torerista total, en parte siempre he buscado criar un toro con estar virtudes para que pueda ser toreado de esta manera por alguien que tiene ese don como Juan Ortega, con esa cadencia, esa naturalidad… Con esa pureza, esa es la palabra que realmente, engloba todo: pureza‘, describe aún emocionado, añadiendo que ‘a Juan le hacía falta un toro así, no de esfuerzo y mando, sino de clase’.

‘Lo que más exige a un toro no es el mando, sino ralentizar sus embestidas, dicen que el toreo es quebranto y nada quebranta más a un toro que ser toreado a esa velocidad de Juan el sábado’

Tras unos segundos en silencio, Álvaro Núñez lanza una reflexión en voz alta. ‘Se dice que mandar, el poder, es lo que más gasta a los toros, pero no estoy de acuerdo, lo que más exige a un animal es torearlo a esa velocidad, ralentizar las embestidas como hizo Juan el sábado, dicen que el toreo es quebranto y por algo es: nada quebranta más a un toro que ser toreado con esa despaciosidad y temple’, distingue.

¿Ha sido este ‘Lanudo‘ el mejor toro de lo que va de aventura en solitario como ganadero? ‘No, no lo creo, es una faena que se queda para mí, para mi memoria y lo quiso todo por abajo, pero creo que hubo toros excepcionales, con todo lo que busco, el año pasado en Zafra, recuerdo uno de Roca Rey, y también aquel ‘Campanito‘ en Córdoba, al que le cortó Lagartijo las dos orejas en su alternativa el día que debuto con la ganadería’, compara.

Y es que este precioso melocotón, pese a ser ‘un toro bonito, bien hecho y con mucho ritmo’, ni siquiera fue el toro que más convenció a Álvaro Núñez del encierro en La Malagueta: ‘Creo que le faltó un poco de empuje, siendo un gran animal insisto, creo que hubo tres toros muy buenos, además de ese quinto, el primero y el cuarto fueron muy parecidos, a éste último le costaba un poco más, porque estaba muy gordo, cuajado, pero el primero creo que fue el más completo de todos, sobre todo por el pitón izquierdo tuvo un recorrido y una entrega extraordinarias’.

En su opinión, ‘a la corrida le sobraban 20 o 30 kilos, me obsesioné con el peso y la presentación de la corrida, porque es una plaza de primera, en la que sale un toro serio y no quería tener ningún problema por la mañana en el reconocimiento, aprobaron todos los toros que llevamos a los corrales, pero ahora, ya en frío y después de lidiarla, pienso que con esos kilos menos, la corrida se hubiera movido más y tenido más chispa‘, considera.

‘Es que esto ya no es un romance, no es un sueño de un rato, es algo muy serio, Málaga es una plaza de primera categoría, los toros tienen importancia allí, por la ciudad, por la tradición, por la afición que hay… Comprendes enseguida que ya no hay vuelta atrás’, vuelve a pensar en voz alta, consciente del peldaño que sube este año con su nueva ganadería.

‘El resto de la camada irá a Córdoba, en Almería y posiblemente en Huelva, en las Colombinas, además del toro que hay reseñado para la vuelta de la Corrida Concurso de ganaderías en Jerez’

No en vano, además de la Picassiana malagueña, los toros de Álvaro Núñez estarán también, por segundo año, ‘en Córdoba, en Almería-la corrida que inicialmente estaba prevista para Santandery posiblemente en Huelva, en las Colombinas, además del toro que hay reseñado para la vuelta de la Corrida Concurso de ganaderías en Jerez, una fecha que me hace mucha ilusión estar’, desgrana sobre los destinos del resto de la camada.

‘La hoja de ruta es ir poco a poco, lo tengo grabado a fuego, ir despacio, sin prisa, porque es lo que va a traer los resultados, crecer un poquito más cada año: en 2024, ya tendremos 50 toros de saca; en 2025, subiremos a unos 70…’, vaticina.

‘Lo que está claro es que si te quieres dedicar a esto en serio, a estar entre las ganaderías punteras, necesitas tener una camada larga, a la vista está en las divisas que están ahora mismo en la elite, además, en estos primeros años, hay un hándicap extra: lo que cuenta, al final es el macho y si no lidias, por mucho que pruebes animales en casa en los tentaderos, no te enteras de si estás haciendo las cosas bien o mal, ahora al lidiar más, empezaremos a tener más en la mano la ganadería’, concluye.

 

 

 

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