Aunque en lo numérico no se refleje, la tarde tuvo un nombre propio: David Galván. Cuatro orejas pudo pasear por dos actuaciones asentadas y rotundas que no pudo rematar con la espada. Solo paseó una oreja, al igual que Morante, por su mando y otra a la solvencia de Talavante.
Algeciras recibió con una ovación a Morante de la Puebla en señal de respeto por el fallecimiento de su padre. «Desahogado» de El Torero no dejó que el diestro sevillano se luciera con el capote de recibo. Dejó un quite correcto a la verónica que remató una buena media. Le faltó entregarse al animal en las telas. José Antonio estuvo acertado en el planteamiento de faena, plasmando algunos muletazos hondos y con temple por el pitón derecho. Mató con una estoca algo atravesada y escuchó palmas.
Morante saludó al cuarto por verónicas para después quitar por chicuelinas que remató con una serpentina. El de la Puebla del Río dibujó naturales componiendo la figura e intentando que no se fuera el de El Torero, que siempre quiso rajarse. No fue nada fácil. Salía desentendido y cruzándose, e incluso lo puso en situaciones de peligro. Pinchó antes de enterrar los aceros y paseó una oreja.
Muy emotivo fue el brindis de Alejandro Talavante a Morante por la muerte de su padre. Le tocó en suerte un toro que fue a menos. Tuvo mejores inicios que finales, ya que salía echando la arriba del muletazo. Intentó ligar las series, dejando algunos naturales de mucho calado. Sentenció con una estocada y fue ovacionado.
Talavante parece que cada tarde se va encontrando un poco más. Estuvo solvente, intentando hacer las cosas bien, pero su labor no tuvo mucha intensidad en los tendidos. Basó la faena con la diestra, por donde llegaron los mejores pasajes. Finalizó con una buena estocada y cortó una oreja.
«Adulzado» fue un toro extraordinario al que David Galván saludó con un ramillete de verónicas. Observó las grandes cualidades que poseía y se fue a los medios a brindar. Con muleta el torero gaditano formó un lío. Toreó entregado, con muletazos de gran hondura y con despaciosidad. Lo condujo en un palmo de terreno, bajándole mucho la mano. Por el pitón izquierdo tuvo más genio pero acabó sometiéndolo. El público pidió incluso el indulto pero David optó por matar. Ese fue su hándicap. Se atascó con la espada y perdió las dos orejas. «Adulzado» fue ovacionado en el arrastre y el diestro saludó.
Galván volvió a salir a por todas en el sexto, al que saludó por verónicas que combinó por chicuelinas hasta llevárselo al centro del platillo. Se impuso al de El Torero que no tenía ni fijeza ni clase y que quería irse hacia tablas. Le buscó las vueltas para estructurar la faena. Estuvo muy asentado y muy firme. Volvió a fallar con la espada y todo quedó en una oreja.
Plaza de toros de Algeciras . Mas de media entrada. Toros de El Torero.
Morante de la Puebla (azul marino y azabache): palmas y oreja.
Alejandro Talavante (nazareno y oro): ovación con saludos y oreja.
David Galván (blanco y oro): ovación con saludos tras aviso y oreja.
Incidencias: Morante de la Puebla saludó una ovación tras finalizar el paseíllo como señal de respeto por el fallecimiento de su padre.