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Alejandro Adame llama a la puerta de Madrid

El novillero de saga dejó una buena actuación en su presentación en Las Ventas en las que sólo el descabello le privó de cortar una oreja

El segundo fin de semana de la Feria de Otoño se inauguró con un novillo que le costó mantenerse en pie pese a los cuidados de Alejandro Fermín y su cuadrilla. El tercio de varas, fue un simulacro. El novillero extremeño brindó la faena a los ganaderos de Villanueva, Javier Blanco y Cristina Hidalgo. El planteamiento no fue el adecuado al empezar exigiendo por bajo al novillo, que perdió las manos y hasta quedó una vez echado tras enterrar los pitones en la arena. Fermín porfió en una faena sosa frente a un novillo que, cuando se afianzó, demostró tener buena clase. Las dos tandas finales y las manoletinas del cierre –algunas de ellas mirando al tendido– fue aquello de mayor argumento de la faena.

Un toro con todas las letras fue el que hizo cuarto. Alejandro Fermín lo dejó largo en el caballo. José Manuel Mas le abrió los caminos en la brega para que Sergio Aguilar cuajara un gran tercio de banderillas. Empezó la faena en el tercio, dio distancia a un novillo que venía pero no se iba. El extremeño quiso agradar, sin suerte, en una faena plana que estuvo muy condicionada por el parado y hondo novillo de López Gibaja. La espada cayó baja emborronando su buena actitud.

Estuvo muy dispuesto Ignacio Olmos con el huidizo segundo que, aunque tuvo movilidad, fue un novillo áspero. El déficit de fuerza le llevó a protestar continuamente: cabezazos, arreones, y miradas difíciles de aguantar. Ignacio Olmos se mostró comprometido, muy de verdad, pero la faena no consiguió llegar a los tendidos. El toledano insistió, especialmente sobre la mano izquierda. En las dos primeras arrancadas pasaba, después rebañaba con saña.

En el novillo anterior, Alejandro Adame dejó su tarjeta de presentación en un ceñidísimo quite por chicuelinas. Lanceó con decisión, embarcando por delante, al tercero que fue excelentemente picado por Óscar Bernal. Adame manejó con inteligencia terrenos y distancias. En el largo quite por saltilleras y gaoneras de Alejandro Fermín se vio la humillación del novillo aunque también la falta de recorrido. Adame inició el trasteo en los medios, en un pase cambiado por la espalda. Compuso bien la figura, empujó mucho la embestida. Cuando de verdad le exigió el novillo echó el freno de mano con mal estilo. Adame había firmado ya, en su presentación en Las Ventas, los mejores naturales de la tarde. El fallo con el descabello provocó que se esfumara la posibilidad de trofeo.

La buena imagen dada en su primer turno, fue refutada en el que cerró la tarde con una actitud muy positiva ante un novillo sin apenas opciones. Brindó la obra a Zotoluco antes de insistir con un mulo que además embestía de forma seca, sin clase ni ritmo, muchas ocasiones por dentro. El hidrocálido se mostró muy decidido.

RESEÑA

Viernes, 1 de octubre de 2021. Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Novillos de López Gibaja, bien presentados aunque de pocas posibilidades de triunfo en líneas generales. Algunos resultaron encastados pero nada fáciles.

Alejandro Fermín, silencio y silencio.

Ignacio Olmos, palmas y silencio.

Alejandro Adame, saludos tras aviso y palmas de despedida.

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