Emilio de Justo, dos días después de su gravísimo percance en Las Ventas, va mejorando paulatinamente de sus dolores y también en cuanto a su estado de ánimo, tras el impacto inicial por el suceso.
Su apoderado Alberto García ha explicado a TORETEATE que «los calmantes ya empiezan a hacer su función y está cada vez con menos dolores, al ir remitiendo el hinchazón en el cuello». Y es que en las horas posteriores a la cogida, la inflamación de la zona afectada era tremenda, y los calmantes apenas le hacían efecto.
En cuanto a su estado de ánimo, con momentos difíciles en los primeros momentos e incluso en el día de ayer, también va mejorando. «Se fue enterando de cómo salió la corrida -comenta Alberto- y no se le quitaba de la cabeza la tarde histórica que podría haber consumado de no suceder lo que sucedió. Eso le afectó mucho pero hoy está bastante más animado».
Y es que el torero ya es perfectamente consciente «de la tremenda suerte que ha tenido a pesar de todo, porque tal y como fue la caída, tenía una posibilidad entre cien de no quedarse en el sitio o incapacitado para torear». Además, Emilio de Justo no sabe si podrá torear este año, «pero lo que tenemos clarísimo es que su status sube todavía más después de lo sucedido el domingo desde que hizo el paseíllo con la plaza llena hasta cómo se entregó con ese toro de principio a fin de la lidia, pese a que le quedaban todavía otros cinco dentro de los chiqueros», señala su apoderado.