Antonio Ferrera, Salvador Vega y Roca Rey cortan una oreja por coleta a la descastada corrida de Daniel Ruiz en la Feria de Málaga
Pese a la brisa, Ferrera para a Artesano con unas templadas verónicas en las que mete bien la cara, y lo lleva al caballo mediante un galleo por delantales. En la primera vara el toro ya demuestra falta de fuerza, siendo un ligero picotazo el siguiente castigo. Quita en su turno correspondiente mediante chicuelinas, lo que da paso al tercio de banderillas, en el que el torero extremeño realiza las labores de brega, mientras sus tres banderilleros parean, como viene haciendo Ferrera este 2021. Y, como también viene siendo habitual, los tres subalternos se desmonteraron. Brinda al público y comienza toreando directamente con la diestra, yendo el toro un poco rebrincadito, aunque largo y con buen son. Gracias a la pericia del matador, que evita le toque la muleta en los primeros compases de la faena, Artesano corrige ese defecto, yendo de igual manera por el pitón izquierdo. Entre tanda y tanda, le da Antonio un tiempo para que descanse, ya que, si bien la bravura le hace ir, con todo, al engaño, las fuerzas no acompañan. El toro va acortando su embestida, poco a poco -también, por las largas series que le propicia el torero, que se encuentra a gusto ante el noble animal-. Se perfila Ferrera para matar al toro -que está en los medios- prácticamente en toriles, dejando una media caída fulminante. Oreja para el matador, y ovación al toro en el arrastre.
Travieso derriba en la primera vara al caballo, quedando a merced del animal Domingo García Prado, aunque no sufrió ningún contratiempo, pese al desorden que se formó. El toro no fue picado, en realidad, ya que esa primera vara no debería contar, y el picotazo de después no sirve ni para un análisis. Tras brindar a los presentes, comienza Vega por alto, lo que no impide que el toro se quebrante. Intenta el torero relajar la figura, pero al clavar, en numerosas ocasiones, los pitones en el suelo, por caerse y doblarse de manos, ha de torear, por la derecha, a media altura y cuidando al animal. Lo mejor viene al natural, donde deja pasajes de calidad con una ligera impronta joselitista, aunque el toro no termina de ir con claridad. Cuando vuelve a la diestra, e intenta gustarse, Travieso prende al malagueño por el muslo derecho y le propicia una horrible paliza, de la que sale milagrosamente ileso. Tras volver a la cara del toro, intenta seguir toreando por ese mismo pitón, por el que el toro ya no tiene ni recorrido ni nada, y vuelve a ser cogido por el mismo sitio, obrándose el milagro, de nuevo. Deja una estocada caída, pero que mata al toro en segundos y corta otra oreja.
Cantor no remata en los burladeros, demostrando su evidente falta de fuerza en el capote de Roca Rey, que deja un par de templadas verónicas. Otros dos puyazos inexistentes, tras los que el peruano realiza lo que ya podríamos denominar “su quite” por antonomasia, mediante caleserinas, cómo no. Brinda el peruano al público, y comienza por estatuarios, dando una primera tanda por la diestra, volviendo a demostrar el animal su escasa fuerza, lo que le hace embestir de un modo rebrincado, como hizo toda la faena, al igual que escarbar. Por el izquierdo, muestra los mismos defectos, engancha mucho la muleta por ese defecto al embestir y poco más. “Estás más lejos que yo” se escucha desde el tendido. Que el lector opine lo que considere oportuno ante esta frase, aunque aplausos para el espontáneo, no faltaron. Arrimón final con circulares, y un desplante a Cantaor (que mira al tendido ostensiblemente) finalizan la labor muleteril de Roca, que no tuvo toro, porque ni fuerza, ni casta ni nada tenía el animal, salvo nobleza, como todos sus hermanos. Deja un estoconazo hasta la bola, como también viene siendo costumbre en el matador, y salieron los pañuelos. Siempre se ha dicho que una buena estocada equivale a una oreja, y el usía otorgó una oreja atendiendo la petición mayoritaria.
Rebujano es otro que echa las manitas por delante en el capote de Ferrera, por lo que no se le castiga mucho en el primer tercio. En los garapullos, Ferrera deja que lidie Francisco Javier Sanguino, dejando buenos pares, tanto Montoliú como Fernando Sánchez. Antonio se lleva al de Daniel Ruiz con suavidad a los medios, donde da distancia al animal, y lo torea a media alturita, siendo el toro también rebrincado, como sus hermanos. Templa el torero, lo que impide que Rebujano toque mucho las telas y empeore en ese defecto (lo que no quita que algún enganchón hubiera). Lo mejor vino al natural, por donde un erguido Ferrera dio muletazos lentos. Tras ese afalorado en el que se pasa la muleta por encima de la cabeza mientras da tiempo al animal, continuó el matador por ese pitón, yendo el nobilísimo animal al engaño, sin decir nada, pero sin el defecto inicial de ir con la cara descompuesta, por lo que el torero puede torear a placer, como continúa haciendo en las demás tandas, ya más “made in Ferrera”. Toreó al natural prácticamente toda la faena, porque las tandas por la diestra las dio con la muleta sin montar, propiciando algunos buenos pases que conectaron con el tendido. El animal cada vez se apaga más, terminando prácticamente la faena en chiqueros. Tras varios pinchazos, entre los que suena un aviso, deja una estocada casi entera desprendida que requiere del uso del verduguillo, antes del cual suena otro aviso. Se oyen palmas para este toro. Con este amabilísimo público (como ha estado toda la tarde), es normal que también recogiera una fuerte ovación el torero (que critico por el mal uso con los aceros).
Salvador Vega, viendo que Almendrito tampoco es un dechado de fuerzas, se lleva de manera lidiadora, andándole para atrás, al toro hasta los medios. En el primer encuentro con el peto, el toro sólo intenta quitarse el castigo y sale suelto inmediatamente, dejándose el burel pegar un picotazo. Ya se considera que está picado, y se cambia el tercio. Toreramente se lleva Salvador Vega al toro a los medios, por bajo, aunque sin obligar nunca a Almendrito, que no está loco por embestir, precisamente. En la primera tanda, logra un buen derechazo, templado; no obstante, es tardo (a lo mejor el único defecto del que no han adolecido sus hermanos), distraído, nunca mete bien la cara… No obstante, Vega logra muletazos muy meritorios por ambos pitones. Intenta dar algún doblón como colofón de la faena, el matador, pero olvida pronto este intento ante el marmolillo oponente. Tras varios pinchazos, deja un bajonazo. Algún pito se oyó cuando arrastraban al manso ejemplar, y después saludó Salvador Vega otra ovación.
Travieso no deja a Roca Rey torear a la verónica. Para no resultar reiterativa, éste, que hace de sexto, es igual que sus hermanos. Se cae tras un primer puyazo y va en cualquier dirección menos al caballo la segunda vez que se le coloca en suerte. De nuevo, el tercio de varas es, por decirlo de modo eufémico, breve; lo que provoca cierto estrés entre el público que simplemente tenía ilusión en ver que a algún toro se le metieran las cuerdas. La desastrosa lidia y la mansedumbre del toro hacen que suenen con insistencia palmas de tango en el segundo tercio, no porque este toro sea el peor que lo visto anteriormente, sino por el cansancio de ver tantos clones mansos, y en este caso, eso sí específico, por el mal trato por parte de los subalternos. El toro se cae a las primeras de cambio, aunque Andrés intenta darle muletazos y lo cuida, dándole espacio (en todos los sentidos). Tras dos ¿series? cambia el torero la espada. Hay quien lo agradece porque al menos no tendrá que aguantar mantazos sin ton ni son, aunque también hay quien considera que Morante, en sus peores tiempos, lo intenta más. ¿Cuántos toros protestados hemos visto, que al final, han tenido su faena? Aunque creo que la mayoría agradecíamos a Andrés la brevedad, contando con que encima pinchó, y tardó el toro en echarse después de la buena estocada que metió en el segundo intento, aunque necesitó usar el descabello. Pitos a este toro, que debió recibir toda la corrida a excepción del buen primero y el potable segundo, y división para el torero.
Sábado 21 de agosto de 2021. Plaza de toros de Málaga. 6 Toros 6, de Daniel Ruiz para Antonio Ferrera, oreja y ovación tras aviso; Salvador Vega, oreja con petición de la segunda y silencio y Roca Rey, oreja y silencio.
Incidencias: Se colgó el «No hay billetes» dentro del aforo permitido.
Alicia Peñarrubia