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108 suertes, un enorme Iván Sánchez… y ni un solo percance

Imágenes: Villa

La afición de Castellón vibró en un emocionante concurso de recortadores con seis toros de Fuente Ymbro como seis catedrales.

Un conmovedor minuto de silencio en memoria de los mayorales de Pilar Población y José Vicente Machancoses sirvió de prólogo al ‘Concurso Nacional de Recortadores’ en Castellón. No es un detalle baladí. Por la tarde, en los festejos mayores celebrados en una semana de Magdalena, nadie se acordó de dos hombres de campo, dos profesionales del mundo del toro, que nos habían dejado demasiado pronto y con toda la vida por delante. La sensibilidad de la gente del toro en la calle, de los organizadores de festejos populares -en este caso, Toropasión– y la de sus aficionados, quedaba de nuevo fuera de toda duda. La mostraron también en una atronadora ovación a Raúl Moreta, herido de gravedad en Valencia y al que los compañeros hicieron un pasillo de reconocimiento y admiración al que se unió la plaza entera. Se recupera favorablemente el recortador de El Puig. Y eso es otra gran noticia.

El coso del Paseo Ribalta registró tres cuartos de entrada pese a la semana infame de tormenta, lluvia, ventolera y demás avatares climatológicos que, ya sabemos, no son buenos aliados de la taquilla. En chiqueros había seis toros de Fuente Ymbro como seis catedrales, con trapío digno de cualquier plaza de primera y que a la postre propiciaron con su variado juego, nobleza y bravura un espectáculo notable. 108 suertes se contabilizaron entre las cinco rondas de clasificación y la final: recortes, quiebros de pie y de rodillas de frente y de costado, saltos, volantines, diabluras varias… y ningún percance. Apunten el nombre de Josele y su capotillo salvador al quite para que fuera posible. El doctor Gustavo Traver, tan vinculado a los bous al carrer, tan partidario de ellos y tan pendiente siempre de los chavales de la provincia que caen heridos, respiraba aliviado y con él lo hacíamos todos.

Una veintena de valientes hicieron frente a ese corridón de toros de la divisa gaditana. Qué merito el suyo… Jugarse la vida movidos por una pasión que no se paga con dinero y que siempre seguiría siendo poco aunque fuera mucho, que no es el caso. Entre todos ellos emergió la figura de Iván Sánchez, turolense y quebrador para más señas, que con su completa matinal se hizo con el trofeo al ganador, completando el podio José María Carreras ‘Misu’ y César Grasa.

“Protestón” se llamaba el toro de la final y por trapío no hubiera desentonado en la mismísima Pamplona enfilando la cuesta de Santo Domingo. Por juego, no fue el mejor de los seis ni mucho menos y tuvieron que poner mucho de su parte el quinteto de clasificados. El ganador Sánchez rivalizó al quiebro con Manuel Zafra, Misu y César Grasa,  ajustaron lo indecible el recorte; y el coraje de un veterano como El Peque, un dechado de amor propio y compromiso, también se hizo de notar.

Las rondas previas tuvieron mucho nivel y no fue fácil para el jurado decidir quién tuvo más méritos para clasificarse. Los dos primeros fuenteymbros destacaron por su prontitud y nobleza. Lo vivido con el segundo de la función fue especialmente emocionante. Dani Plata y Manuel Zafra echaron las rodillas al suelo y de aquel quiebro salieron triunfantes pero con un golpe en el gemelo y un pantalón hecho jirones respectivamente. Imposible más exposición, ni mayor ajuste, ni más adrenalina liberada. La plaza fue en esos momentos un clamor.

Frente al tercero, más reservón y parado, Misu dejó un recorte marca de la casa para asegurar su pase a la final, mientras que con el buen cuarto se “engancharon” de verdad El Peta y César Grasa en un duelo de recortes encomiable. Salía el quinto y Ricardo Gallardo comentaba en el callejón: “lo que le hacen estos chavales a los toros es una barbaridad. Tienen un valor a prueba de bombas ante el que sólo cabe quitarse el sombrero y aplaudir”.

Iván Sánchez, ganador del concurso

Casi a las dos de la tarde el propio Gallardo entregaba el trofeo de vencedor a Iván Sánchez. Ya con las pulsaciones en su estado natural, manifestaba a TORETEATE su satisfacción por “haber vivido un gran espectáculo y que ninguno de los recortadores haya caído herido. Los festejos populares son uno de los principales activos y vivero de la Tauromaquia. Por eso los ganaderos estamos en la obligación de fomentarlos y respetarlos, como sus organizadores y las peñas nos respetan a nosotros”.

Y, como las buenas intenciones se respaldan con buenas acciones, les cuento una que no me ha contado Gallardo precisamente pero sí los miembros de la Comisión Gent del Barri de Massamagrell (Valencia). Resulta que en 2019 le compraron un toro que salió a la calle descoordinado del cajón y hubo que encerrarlo prácticamente de primeras. Una llamada de teléfono de Ricardo a la peña fue suficiente: “para el año que viene venís a casa y embarcáis otro toro, el que queráis”. Tras una pandemia de por medio y el compromiso de la palabra dada, intacto, la peña valenciana lidiará en agosto de 2022 y en su aniversario, otro fuenteymbro que corre a cargo de Gallardo. Que cunda el ejemplo.

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